La Torre

domingo, febrero 10


Queridos amigos virtuales,

En la playa, Isabella barajó las cartas durante un rato, y cuando terminó, me las puso en la mano y preguntó:

—¿Hay alguien especial en tu vida?
—Creo que ahora mismo no.
—Entonces barájalas concentrándote en una escena indefinida. Cierra los ojos y relájate. ¡Vamos! —Cerré los ojos y escuché atentamente su hipnótica voz—. Imagina que estás abrazada a un hombre muy, muy especial.
—¿Un hombre maravilloso?
—Eso es, un hombre maravilloso que te hace sentir completa, llena de felicidad y amor. Pero no le ves la cara porque estás apoyada en su pecho, escuchando los latidos de su corazón...
—... y siento cómo me rodean sus fuertes brazos y su imponente torso, ¿verdad?
—Sí, claro.
—Y vibro con todo mi ser cada vez que siento su respiración, y sé con una certeza absoluta que me quiere con toda su alma. Incluso daría su vida por mí sin dudar. Y quiere estar tanto tiempo conmigo como largos son los días y las noches. Y...
—¡Ya, Pamela, tranquilízate mujer! —Isabella se reía mientras hablaba—. ¡Qué imaginación! Anda, empieza a barajar, pero no pierdas la imagen. Concéntrate.
—De acuerdo.
—Con eso será suficiente —sentenció pasados unos momentos—. Dámelas.
—Sólo un poquito más. —Las cartas siguieron girando entre mis dedos mientras yo me recreaba en mi escena imaginaria.
—Bueno, creo que ya está.
—Un segundo más.
—¡Pamela! —Muy a mi pesar, le devolví la baraja a Isabella, que no dejaba de reírse con mis reacciones. Me invadió una pequeña tristeza cuando la grata imagen de mi hombre maravilloso se desvaneció—. ¡Ay, pero qué mujer! Y no me pongas cara de pena.
—¿Para qué he tenido que barajarlas?
—Para dejar en ellas tu energía. De esa forma nos ayudarán a interpretar lo que vaya a suceder con tu vida amorosa en el futuro inmediato. Es como si pudiéramos entrever algunas frases de la próxima página de tu historia. Veamos —dijo sacando una carta del mazo y poniéndola sobre la arena—. Sí, el Papa.
—¿Qué significa?
—Representa a una persona cercana a ti, incluso podría ser más cercana de lo que crees, pero para poder decirte más necesito el resto de cartas que la acompañan —continuó sacando cartas—. Ahá, el Diablo, el Emperador, y por último los Amantes y la Torre. Ah, interesante, muy, muy interesante.
—¡¿Qué ves?!
—Vamos a ver, el Papa y el Emperador representan dos figuras masculinas, dos hombres que son o serán importantes para ti muy pronto. El Papa como te decía puede ser una persona cercana, y el Emperador podría ser una persona nueva. Como ves el Diablo está entre ellos.
—¿Eso es malo?
—No. El Diablo representa las pasiones, los instintos más primarios. Lo que significa que habrá pasión entre tú y esos hombres. Puede que se trate de un triángulo amoroso en el que tú seas el vértice principal y que haya algún tipo de conflicto.
—¿Quieres decir que habrá dos hombres masculinos y extraordinarios que se pelearán por mi amor? —La sola idea me llenó de emoción y noté que los ojos se me humedecían a la vez que los vellos de mi cuerpo se erizaban.
—Ay, Pamela, es posible, mira, la siguiente carta que ha salido son los Amantes.
—¡Oh! ¿Significa que serán mis amantes? —Esto se estaba poniendo cada vez más interesante.
—No, significa que habrá un amor profundo en juego, y que tendrás que elegir. Tomarás una decisión importante para que la situación se decante para uno u otro lado. Seguramente significa que tendrás que elegir a uno de ellos y olvidarte del otro.
—¡Oh, qué horror, qué destino cruel me espera! —Me agarré a las manos de Isabella con los ojos llenos de lágrimas—. ¿Por qué les pasan cosas malas a las personas buenas?
—No tiene por qué ser algo malo.
—¿Y qué voy a hacer? ¿Qué pasa si me equivoco al elegir?
—No te preocupes. Mujer, si algo de esto llega a suceder, ya lo pensarás entonces. Las cartas no son exactas al cien por cien, a lo mejor incluso me he equivocado al interpretarlas, así que no debes darles tanta importancia.
La Torre—Aún queda una carta —dije mirando a Isabella con suspicacia, no demasiado convencida con los consuelos que me brindaba—, ¿la Torre?
—Sí, y esta carta no es tan buena como las demás —en la carta se veía dibujado un relámpago que destruía las almenas de un torreón, haciendo que un hombre se precipitara al vacío.
—¡¿Por qué, qué significa?!
—Significa que uno de esos hombres...
—¡Qué, qué!
—Que habrá una traición. Posiblemente uno de esos dos hombres te traicionará, y eso te hará sufrir. ¡Pamela, no pongas esa cara de pánico! —Isabella se rió con fuerza otra vez—. Ésta sólo es mi interpretación de las cartas, te repito que no tienes por qué preocuparte tanto.

Pero yo sólo podía pensar en el fatal destino que me habían augurado las cartas. ¿Y si era verdad? ¿Y si era posible leer el futuro en ellas? Entonces estaba condenada a una dura decisión a la que me debería enfrentar muy pronto. Eso y una traición.

Eternamente vuestra, y temerosa del futuro
Pamela

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Diamantes... 4

  1. Escrito por Blogger javier, ni más ni menos

    domingo, marzo 30, 2008 10:18:00 p. m.

    Querida Pamela,

    No olvides que la única que toma las decisiones sobre tu vida eres tú misma, y no olvides tampoco que sólo tú eres responsable de las deciciones que tomas.
    Por lo tanto, tienes que amar esa situación cuando se de. Una traición puede servirte para aprender y tienes que amar esa traición para aprender de esa experiencia y diluirla cuanto antes.
    El camino puede ser duro, pero se consciente de lo que haces en cada momento.
    El amor incondicional prevalece por encima de todo. Ama cada experiencia. Ama al traidor y sobretodo ámate a ti misma. Sólo así conseguirás aprender de esa experiencia y no la volverás a repetir.

    Disfrútalo, ámalo, vívelo.

     
  1. Escrito por Anonymous Anónimo

    lunes, marzo 31, 2008 12:21:00 p. m.

    Querido Javier,

    Intentaré tener en cuenta tu sabio consejo, pero es posible que la mente se me nuble llegado el momento. Aún así, querido, espero que cuando la luz cegadora se difumine y pueda ver con más claridad a la media luz de la calma, ame, perdone, aprenda y crezca.

    Siempre tuya,
    Pamela

     
  1. Escrito por Anonymous Anónimo

    miércoles, abril 02, 2008 9:59:00 p. m.

    Oh, mi rosada Pamela,

    los mensajes espirituales son complicados de descodificar. Ya te expliqué mis anécdotas con el mensaje en el vaho del espejo y la etiqueta de la botella de vino. Hay que ser extremadamente agudo. Por ello, yo solo confío en mi visor biónico que me ayuda a leer el verdadero mensaje.

    Oh, yo tambien estoy inmerso en un pelegrinaje sin fín a la Rosada Tierra Santa. Los mapas me guían.

    Siempre rosado, y con la alforja al cuello,

    NeoSangría de Rubíes

     
  1. Escrito por Anonymous Anónimo

    jueves, abril 03, 2008 11:36:00 a. m.

    Querido Sangría de Rubíes,

    Las señales están en todas partes, puedo sentirlas como siento el vestido ideal al pasar por delante de un escaparate.

    Querido, suerte en tu viaje rosado.

    Siempre tuya,
    Pamela

     

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